COMER FUERA DE CASA....

Te ves obligado a comer fuera de casa habitualmente ?
Elije dónde comer, mejor si es un sitio donde hay menú diario con dos platos y postre. De este modo la dieta suele ser variada y cada día se va cambiando entre carne, pescado, legumbres, etc. No llegues a comer con mucha hambre. Modera las visitas a restaurantes tipo buffet o autoservicio.

Beba agua. Reduzca la cantidad de alcohol que consume con las comidas. El vino es mejor que las bebidas heladas o cocteles mezclados que contengan zumos.

Evitar los fritos y no piques de los entrantes (mantequilla, patatas, aceitunas, etc.)

Controla el consumo de pan y cereales, mejor integrales.

Limita las salsas si pedimos alguna salsa, estaremos multiplicando por dos en muchas ocasiones las calorías. Podemos sustituir las salsas por condimentar con aceite, limón o especias.

Controla el consumo de sal

Los primeros platos suelen llevar menos calorías, menos grasas y más carbohidratos complejos que los segundos, por lo que son más aconsejables para controlar el peso y el colesterol. Las ensaladas sin salsa son una buena opción.

Respecto a los segundos, elige carnes magras (pollo sin piel, pavo, conejo, ternera, algunas partes del cerdo -lomo, la paleta y el solomillo-), mariscos y pescados. Cocidos al vapor, hervidos, a la plancha, a la parrilla, al horno u horneados. Y de acompañamiento mejor ensaladas, verduras cocidas o a la plancha que patatas fritas.

No repitas. Si la ración es excesiva no la tomes completa La clave de una dieta no está en dejar de comer, si no en no hacerlo en exceso.

Opta por un postre sano. Si te apetece, selecciona fruta fresca, un lácteo o un sorbete y evita las tartas, pasteles o helados.

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