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No todas las personas somos iguales

Al igual que con la automedicación las auto-dietas pueden suponer un riesgo para nuestra salud. En ambos casos, aunque a unas personas les funcionen a otras personas les pueden perjudicar dado que hay varios factores que se deben tener en cuenta a la hora de elegir o elaborar una dieta, que en todo caso ha de ser prescrita por un profesional de la salud.

Entre otros, los principales factores que pueden intervenir son:

Edad: Los requerimientos energéticos de cada persona varían dependiendo de la etapa de vida.

Estatura y peso: La altura y el peso de una persona está ligada directamente con el gasto de energía.

Actividad Física: Si la actividad física se incrementa, el gasto calórico también.

Enfermedades: Nuestra salud también influye en varios de los casos en nuestras necesidades, no solo de energía sino, en los nutrimentos, ya sea que se trate de una enfermedad que pueda estar directamente relacionada con el metabolismo o no, es importante considerarlo a la hora de planear un régimen de alimentación.

Cultura: muchas de las veces que iniciamos alguna dieta generalizada, terminamos sin éxito, esto puede deberse a que, la dieta no se ajusta a nuestra cultura, ritmo de vida, o simplemente gustos.

Hay que ser conscientes de nuestras diferencias y saber que no existen las dietas milagro.